martes, 24 de febrero de 2015

¿Quien miente? La calle o los informes en prensa

Últimamente estoy viendo carteles de publicidad donde se hace incapié en que la mujer, aún, sigue soportando en casa el grueso de las tareas domésticas a pesar de trabajar fuera de casa. Y cada vez que lo veo, mi enfado es mayor ya que en mi caso, no aplica y, curiosamente con muchos hombres con los que hablo a diario, tampoco. Bien es cierto que es un tema controvertido y dentro de casa cada uno vive como puede. Las parejas y el cuidado del hogar, hijos, mantenimiento de bienes, etc. es algo que en otros tiempo no tan lejanos se seguía haciendo por roles. Los llamados trabajos del hombre en el hogar que solían ser desde un cambio de bombilla, algo de fontanería, bicicletas, coche, etc. en los que aquí estamos metidos los que al menos lo intentamos, los que alguna vez rompieron algo y su mujer le eximió por "manazas" y los que directamente dicen "no saber / no conocer". Estos últimos son los mejores y así nos va. Luego, están los clásicos llamados "roles de la mujer" que antaño concentraban las tareas de cocinar, limpieza y cuidado de niños. Esto actual y afortunadamente ya no es así y el hombre está mucho más comprometido con el hogar... o al menos es lo que tengo entendido respecto a hombres con los que hablo todos los días. El cuidado de niños no tiene secretos para nosotros aunque a veces, necesitemos consultar a nuestra pareja (tampoco es un crímen), asímismo, seguimos haciendo las chapuzas en casa y limpiando si es necesario. De cocina, depende de cada uno, seremos mejores o peores pero por lo escuchado parece que no nos importa meternos en la cocina cada vez más.

Entonces, ¿quien miente? ¿Las voces masculinas que he escuchado? ¿Esos informes machacones que aparecen de vez en cuando en prensa y que siempre dan para un debate? Quizá he tenido la gran suerte de tener contacto con una muestra que aparentemente cumple los requisitos que rompen la regla y me he dejado, quizá, a tantos gañanes por el camino que viven todavía en otra época que ya se extinguió desde el mismo momento en que los dos, en la pareja, trabajan y tienen que aportar en casa el mismo esfuerzo para que la casa salga adelante y uno de los dos no esté quemado.